El Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York es objeto de
crecientes críticas después de que un adolescente desarmado fuera
asesinado a tiros dentro de su propia casa por la policía. Ramarley
Graham, de dieciocho años de edad, recibió disparos a quemarropa en el
departamento de sus padres en el Bronx tras haber sido seguido hasta la
vivienda por agentes antinarcóticos. La policía dijo que habían
encontrado marihuana en el hogar y creían que Graham podía estar
intentando echarla por el inodoro. Las críticas a la policía de Nueva
York no son sólo por disparar a Graham, sino también por la política
conocida como "detener y registrar" que, según sus detractores, apunta
de manera desproporcionada a las personas de color. El lunes, unos 500
manifestantes marcharon en el Bronx para denunciar el maltrato policial
hacia la juventud negra.
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