La monarquía de Bahréin, que cuenta con el respaldo de Estados Unidos,
continúa impidiendo que los observadores internacionales evalúen las
condiciones de los derechos humanos en la represión a las protestas de
la oposición. El jueves, el principal investigador de las torturas de la
ONU afirmó que Bahréin le había solicitado
que aplazara hasta julio un viaje programado para este mes. Bahréin
quiere que el investigador, Juan Méndez, visite el país luego de que se
hayan terminado de implementar una serie de reformas propuestas el año
pasado por un comité internacional. Bahréin también endureció las
restricciones para emitir visas a los grupos de derechos humanos, limitó
las visitas a cinco días e impuso la obligación de obtener un
patrocinante bahreiní. En respuesta, Amnistía Internacional dice que no
tiene otra alternativa que cancelar el viaje. La medida sigue a
recientes deportaciones de una serie de visitantes internacionales que
querían ser testigos de la represión de las protestas.
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